El láser IPL y el peeling químico son herramientas excelentes para el tratamiento de pequeñas arrugas de expresión (por ejemplo, a nivel de los labios), manchas cutáneas y otros signos de envejecimiento. El láser actúa a diferentes niveles de la piel, combinando la luz y el calor en cortos intervalos, estimulando la producción de colágeno y elastina, y dando como resultado un rejuvenecimiento integral que uniforma la calidad de la piel, aumentando su densidad, mejorando la homogeneidad del color y de las irregularidades.
Diferentes aspectos faciales, como el daño producido por la exposición solar, las arrugas, la pigmentación irregular o las cicatrices de acné, pueden ser tratadas con técnicas no invasivas. Estos procedimientos pueden realizarse al mismo tiempo que otros procedimientos como la infiltración de ácido hialurónico o de toxina botulínica. Obtenemos resultados satisfactorios de forma poco traumática y agresiva.