El lifting de muslos, también conocido como cruroplastia, es una intervención quirúrgica indicada para pacientes que presentan flacidez y exceso de piel en la cara interna de los muslos, generalmente como consecuencia del envejecimiento, pérdida masiva de peso o predisposición genética.
El procedimiento consiste en eliminar el tejido sobrante y tensar la piel de la zona, mejorando significativamente el contorno y firmeza del muslo. En algunos casos, puede combinarse con liposucción para eliminar acúmulos grasos localizados, potenciando así el resultado final. La intervención se realiza bajo anestesia general y suele requerir una noche de hospitalización. La cicatriz se sitúa estratégicamente en la ingle o en la cara interna del muslo, dependiendo del grado de corrección necesario, con el objetivo de que sea lo menos visible posible.
Recuperación y resultados del lifting de muslos
El postoperatorio requiere el uso de prendas compresivas durante varias semanas y un control médico periódico para garantizar una correcta evolución. Es habitual experimentar inflamación y molestias moderadas durante los primeros días, fácilmente controlables con analgesia pautada. En términos generales, la reincorporación a la vida social y laboral puede producirse en un plazo de 10 a 15 días, evitando esfuerzos físicos intensos durante al menos un mes.
Los resultados del lifting de muslos son visibles a partir de las primeras semanas y se consolidan progresivamente. Esta intervención no solo mejora la estética corporal, sino que también incrementa la confianza y el bienestar del paciente.