“Durante años, Marta convivió con dolores de espalda, dificultad para hacer deporte y la incomodidad de no encontrar ropa adecuada. Sus mamas, de un tamaño muy superior al de su complexión, no solo afectaban a su día a día, sino también a su autoestima. Tras decidirse por una reducción de pecho en nuestra clínica en Madrid, su vida cambió por completo.”
La mamoplastia reductora es uno de los procedimientos más transformadores, no sólo por los resultados estéticos, sino por el impacto que tiene en la salud y el bienestar. En la clínica del Dr. Casado en Madrid acompañamos a cada paciente en este proceso con un enfoque personalizado, buscando siempre la armonía y la naturalidad.
¿Qué es la reducción de pecho y cómo se realiza?
La reducción mamaria elimina el exceso de tejido glandular, grasa y piel para lograr un pecho más ligero, proporcionado y firme. A menudo, se combina con técnicas de elevación mamaria para mejorar la forma y devolver la simetría.
Desde un punto de vista médico, esta cirugía trata la hipertrofia mamaria, es decir, el crecimiento excesivo de las mamas que genera múltiples consecuencias físicas y emocionales.
Este procedimiento está indicado para mujeres que sufren molestias físicas, problemas posturales, irritaciones cutáneas o limitaciones en su día a día debido al tamaño de sus senos.
En nuestra sección de cirugía de mamas en Madrid puedes conocer otros tratamientos relacionados como el aumento de pecho o la mastopexia.
Beneficios de la mamoplastia de reducción
- Alivio del dolor: muchas pacientes llegan con dolores crónicos en espalda, cuello y hombros por el peso de sus mamas, que incluso pueden provocar tensión muscular, desviaciones posturales y compresiones nerviosas.
- Mejora de la postura: tras la cirugía es más sencillo mantener una posición erguida y equilibrada, reduciendo el desgaste en la columna vertebral.
- Facilidad para hacer ejercicio: correr, saltar o practicar deportes de impacto deja de ser doloroso o incómodo. Incluso con sujetadores deportivos, las mamas grandes dificultan el movimiento; tras la cirugía, la práctica deportiva se vuelve más accesible.
- Salud de la piel: la reducción previene problemas como el roce continuo, eccemas o heridas por el sudor en el pliegue submamario.
- Bienestar emocional: al mejorar la proporción corporal, muchas pacientes recuperan seguridad en su imagen, superan la vergüenza o la sensación de ser observadas y se relacionan con mayor confianza.
- Facilidad con la ropa: la elección de sujetadores, bañadores o prendas ajustadas deja de ser un problema, ya que el pecho se adapta mejor a las tallas habituales.
- Satisfacción a largo plazo: con hábitos saludables, los beneficios de la cirugía se mantienen en el tiempo, y las pacientes reportan altos niveles de satisfacción años después de la intervención.
Tipos de incisiones en la reducción de pecho
En una mamoplastia reductora, la técnica de incisión se selecciona en función del volumen de las mamas, el grado de caída y el resultado estético que se desea conseguir. Cada una ofrece diferentes posibilidades de reducción y cicatrización:

Incisión periareolar
La cicatriz rodea únicamente la areola, quedando muy disimulada en el cambio de color de la piel. Está indicada en mamas pequeñas o medianas, con una caída leve y sin necesidad de retirar grandes volúmenes de tejido. Es la técnica con cicatriz más discreta, aunque la capacidad de reducción es limitada.
Incisión vertical
Combina una cicatriz alrededor de la areola con otra en línea vertical hasta el surco submamario. Permite una reducción moderada de volumen y recolocar el pezón en una posición más armónica. Es ideal para mamas de tamaño medio y caída moderada. La cicatriz es mayor que en la periareolar, pero más discreta que en la “T invertida”.
Incisión en “L”
Se realiza una cicatriz circular alrededor de la areola, una vertical hacia el pliegue mamario y un pequeño trazo horizontal hacia un lado, formando una “L”. Está indicada cuando el exceso de tejido se localiza sobre todo en la parte lateral del pecho. Permite un remodelado eficaz con una cicatriz más corta que la de la técnica en “T invertida”.
Incisión en “T invertida”
Es la técnica más empleada en reducciones de gran volumen. La cicatriz rodea la areola, baja en línea vertical hasta el surco submamario y se prolonga con un trazo horizontal a lo largo de dicho pliegue, formando una “T” invertida. Permite retirar grandes cantidades de tejido y piel, corrigiendo la hipertrofia mamaria severa y la caída importante del pecho. Aunque la cicatriz es más extensa, queda oculta en las líneas naturales de la mama y con el tiempo se atenúa significativamente.
Cicatrices y recuperación
Las cicatrices se ubican estratégicamente alrededor de la areola y en el pliegue inferior del pecho. Con el tiempo se atenúan notablemente y se pueden complementar con tratamientos de cuidado o láser para mejorar aún más su aspecto.
La recuperación suele requerir entre 2 y 3 semanas antes de retomar la rutina diaria, mientras que la actividad física intensa se recomienda a partir de las 6–8 semanas. La inflamación inicial es normal y desaparece progresivamente.
Preguntas frecuentes sobre la reducción de pecho
¿Cuánto cuesta una reducción de pecho en Madrid?
El precio varía según el caso, la técnica quirúrgica y la complejidad de la cirugía. En la primera consulta se realiza una valoración personalizada y se entrega un presupuesto detallado.
¿Cuántas tallas se puede reducir el pecho?
La reducción suele oscilar entre 1 y 3 tallas, aunque en casos de gigantomastia la reducción puede ser mayor. El objetivo es lograr un resultado armónico y funcional.
¿La reducción de pecho deja cicatrices visibles?
Sí, pero suelen situarse en zonas estratégicas: alrededor de la areola, en línea vertical hasta el surco mamario y, en algunos casos, una pequeña cicatriz horizontal. Con cuidados y tratamientos adecuados, se hacen mucho menos perceptibles con el tiempo.
¿Se puede dar el pecho tras la cirugía de reducción mamaria?
En muchos casos sí, pero depende de la técnica quirúrgica y de las características anatómicas de la paciente. Si la lactancia es importante, debe comentarse en la primera consulta para valorar la técnica más adecuada.
¿Cuánto dura la recuperación de una reducción de pecho?
La recuperación inicial es de 2–3 semanas, suficiente para retomar la vida cotidiana. La inflamación y sensibilidad pueden durar algo más, y el deporte intenso debe esperar entre 6 y 8 semanas.
¿La reducción de pecho es dolorosa?
Las molestias del postoperatorio suelen describirse como moderadas y temporales. Se controlan fácilmente con la medicación prescrita, y las pacientes coinciden en que el alivio físico posterior compensa con creces el proceso.
La reducción de pecho es mucho más que una cirugía estética: es una intervención que devuelve movilidad, alivia dolores crónicos, mejora la salud de la piel y refuerza la autoestima. En la clínica del Dr. Casado en Madrid trabajamos para que cada paciente viva este proceso con acompañamiento cercano, confianza y resultados naturales y duraderos.