La implicación del paciente en la rehabilitación es un factor determinante para una buena recuperación
Un tendón flexor precisa un sistema de poleas para su correcta movilización. Ante la ausencia de ellas, es obligatoria su reconstrucción.
Tras una lesión de las poleas flexoras, que limita la flexión de los dedos, su reconstrucción satisfactoria es solo posible si en el proceso postoperatorio, el paciente se implica adecuadamente en la rehabilitación. Un movimiento activo descontrolado puede hacer que la plastia tendinosa empleada en la reconstrucción no cicatrice adecuadamente, y un déficit de movilidad pasiva asistida provocaría adherencias entre la polea reconstruida y los tendones flexores.
La implicación en la rehabilitación de los pacientes en cirugía de mano es clave, más en estas reconstrucciones, que si bien no son complejas, tienen un difícil manejo postoperatorio.
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Nosotros planteamos la reconstrucción de las poleas A2 y A4, las mínimas necesarias para un rango de movilidad adecuado, empleando injertos tendinosos tomados del propio paciente, empleando tendones prescindibles del antebrazo o del propio dedo (PL y hemiFDS).
En no pocas ocasiones, se precisan técnicas de tenolisis en segundos tiempos quirúrgicos dada la difícil reahabilitación, al igual que no es infrecuente la necesidad de combinar la reconstrucción de una polea dentro del proceso de reparación de un tendón flexor, mediante una varilla de Hunter, por ejemplo.