Preservación de nervios motores de los músculos
Con la popularización de los colgajos de vasos perforantes, la secuelas en territorio donante se han minimizado hasta convertirse únicamente en una cicatriz residual. Esto es solo posible si se respeta la anatomía muscular y la anatomía nerviosa de esa zona.
Desgraciadamente, son muchos los pacientes sometidos a colgajos de perforantes, en los que las secuelas funcionales en área donante son relevantes.
Cabe destacar que el sacrificio de un músculo no siempre conlleva un déficit funcional. Por ejemplo, el empleo del músculo gracilis como base para simplificar la disección del colgajo musculocutáneo homónimo o su empleo como colgajo muscular funcional puro. Esto es debido a la excelente compensación muscular que desarrollan otros músculos de la zona con función similar al músculo disecado.
Pero si es el caso de un músculo con una función relevante (recto anterior del abdomen o vasto lateral del cuadriceps del muslo, como ejemplos más característicos), es no solo relevante minimizar la disección intramuscular, sino más importante aún es preservar los nervios motores de estos músculos.